Un patólogo examina con el microscopio todas las muestras de biopsia y líquidos. El patólogo estudia el tamaño y la forma de las células, así como la forma en que están agrupadas. Esto puede revelar no sólo si la persona tiene linfoma, sino también qué tipo de linfoma tiene. Debido a que puede ser complicado diagnosticar el linfoma, resulta útil que el patólogo se especialice en enfermedades de la sangre.

Algunas veces, los patólogos pueden indicar la clase de linfoma que tiene un paciente al observar las células, aunque usualmente se necesitan otros tipos de pruebas para confirmar el diagnóstico.

Inmunohistoquímica

En esta prueba, una parte de la muestra de biopsia se trata con anticuerpos especiales (versiones de proteínas del sistema inmunológico artificiales) que se adhieren a moléculas específicas en la superficie celular. Estos anticuerpos causan cambios de color que pueden observarse bajo un microscopio. La prueba puede ser útil para identificar los diferentes tipos de linfoma y para distinguirlos entre sí y de otras enfermedades.

Citometría de flujo

Al igual que la inmunohistoquímica, esta prueba analiza ciertas sustancias en la superficie exterior de las células, lo cual ayuda a identificar el tipo de células que son. Sin embargo, esta prueba puede identificar muchas más células que la inmunohistoquímica.

Para esta prueba, una muestra de las células se trata con anticuerpos especiales que se pegan a las células sólo si ciertas sustancias están presentes en sus superficies. Las células son luego pasadas por delante de un rayo láser. Si se han adherido anticuerpos a las células, el rayo láser causa que reflejen luz, y esto se puede medir y analizar por medio de una computadora. Los grupos de células se pueden separar y contar mediante estos métodos.

Esta prueba es la que se usa con más frecuencia para inmunofenotipos, (clasificación de las células del linfoma según las sustancias [antígenos] sobre sus superficies). Los diferentes tipos de linfocitos tienen diferentes antígenos en su superficie. Estos antígenos también pueden cambiar conforme cada célula madura.

La citometría de flujo puede ayudar a determinar si un ganglio linfático está inflamado debido a un linfoma, a algún otro tipo de cáncer o a una enfermedad no cancerosa. También puede ayudar a los médicos a determinar el tipo exacto de linfoma para así poder seleccionar el mejor tratamiento.

Citogenética

Esta técnica permite a los médicos evaluar los cromosomas en las células del linfoma. Las células se observan con un microscopio para ver si los cromosomas tienen alguna translocación (donde parte de un cromosoma se ha desprendido y ahora está unida a otro cromosoma), como sucede en ciertos tipos de linfomas. Algunas células de linfoma pueden tener demasiados cromosomas, muy pocos cromosomas, u otras anomalías cromosómicas. Estos cambios pueden ayudar a identificar el tipo de linfoma.

Las pruebas citogenéticas normalmente tardan de dos a tres semanas, esto se debe a que las células del linfoma tienen que crecer durante un par de semanas antes de que sus cromosomas puedan verse bajo el microscopio.

Pruebas genéticas moleculares

Estas pruebas estudian con más detalle el ADN de las células del linfoma. Pueden detectar la mayoría de los cambios que son visibles en un microscopio en las pruebas citogenéticas, así como otros que no se pueden observar.

Hibridización fluorescente in situ (fluorescent in situ hybridization, FISH): FISH utiliza tintes fluorescentes especiales que sólo se adhieren a genes específicos o a partes de los cromosomas. La prueba FISH puede encontrar la mayoría de los cambios cromosómicos (como translocaciones) que son visibles bajo un microscopio en las pruebas citogenéticas convencionales, así como algunos cambios genéticos que son demasiado pequeños para poder verlos con la prueba citogenética usual.

La prueba FISH se puede usar para detectar genes o cambios específicos en los cromosomas. Se puede usar en muestras regulares de sangre y médula ósea. Es muy precisa y generalmente se obtienen los resultados en un par de días, razón por la cual esta prueba se usa ahora en muchos centros médicos.

Reacción en cadena de la polimerasa (PCR): ésta es una prueba de ADN de alta sensibilidad que puede detectar cambios genéticos y ciertos cambios cromosómicos tan pequeños que no se pueden ver con un microscopio, incluso si la muestra tiene muy pocas células de linfoma.